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HidroAysen

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Hidroaysén quiere inundar la Patagonia, pero antes inundó las calles…

por El Reno

Hace un buen tiempo que quería escribir sobre este tema, que hoy está en la boca de muchos. Un proyecto energético que hizo (o ha hecho) mucho más de lo esperado, y del cual uno debe sacar muchas lecciones. No explicaré el proyecto, porque me imagino que ya todos saben algo, ya sea las cosas buenas como las cosas malas. 
Quiero empezar con una autocrítica (aquél que se sienta identificado, critíquese también). Este proyecto empezó a gestarse el 2008 mas menos. Durante 3 años, estuvo bajo un silencio general, en donde los únicos que alegaban contra la mega-represa era el grupo Patagonia Sin Represas (muchos habrán visto una calcomanía con la misma leyenda). Por mi lado, había escuchado de esto, pero no había leído nada, tanto a favor como en contra, y solo me vine a informar ahora último, cuando estábamos a 2 semanas de aprobarlo. Aquí la crítica, es que como sociedad no debemos dejar todo a último minuto. Debemos tomar las “armas” (no tomar en sentido bélico) antes y no a última hora (como es muy característico de nuestra idiosincrasia), porque al hacer esto sucede lo otro. Siendo bien objetivo, todas las manifestaciones populares se están produciendo después de la aprobación. Si uno es bien autocrítico, hubo un error aquí, ya que las manifestaciones se deben hacer antes para producir cambios significativos. 
Espero que las manifestaciones populares que hoy se producen, logren buenos resultados, pero la lección ya debe estar aprendida. (ojo, que en el norte se acaban de aprobar 2 termoeléctricas, además de la gran termoeléctrica Castilla, la más grande de Sudamérica). Junto con esto aprovecho de sacar otra lección. Aquí hay muchos que votaron por el sr. Piñera porque con el veían un cambio en lo que sería la forma de administrar el estado. Mucho se dijo en las campañas presidenciales, de que la Concertación no había hecho nada en 20 años, y que con la llegada de “nuevos” aires, las cosas se empezarían a hacer de forma correcta (eficiente era la palabra más ocupada). 
Muchos, creyeron (siempre hago la mención especial de Leonor Varela, actriz chilena que creyó en las promesas medioambientales de Piñera), y hoy se deben sentir algo engañados, porque el candidato presidencial que dijo que no aprobaría termoeléctricas o hidroeléctricas, ya lleva 3 termoeléctricas aprobadas y una central hidroeléctrica, y en relación a investigación sobre las energías renovables no convencionales (ERNC), nada se ha hecho (o dicho). Aquí hay otra lección que sacar, y no solo me refiero a las presidenciales, si no que me refiero a toda elección. Muchos votan hoy porque la persona es simpática, porque es de uno u otro partido, o porque simplemente una vez me miró bonito. Como población votante nos debemos involucrar en los ideales de los que nos van a gobernar, para que el día de mañana, un diputado-senador-alcalde-concejal o presidente, no salgan con algo con lo que no estamos de acuerdo. Claro, uno no puede saber todo lo que piensa, pero algo debemos investigar sobre los candidatos.

Uno de los comentarios que más se repite hoy en día (y que se usan para defender el proyecto de HA) es el que Chile necesita más energía. Esto, debido a que el país crecerá considerablemente en los próximos años, por lo que los requerimientos energéticos también lo harán. Hoy, el sistema interconectado central (SIC) se abastece con aproximadamente 6.500 mega-watts. Esto quiere decir que en los próximos 10 años, Chile llegará a necesitar unos 13 mil mega-watts. También es necesario decir que del 100% del SIC, solo un 12% corresponde a consumo domiciliario. Primero, el decir que Chile necesita energía no defiende al proyecto. Poniendo otro ejemplo, yo puedo decir “tengo hambre” o “necesito plata”. La forma rápida y fácil llenar dichos requerimientos sería robar, por ejemplo. Otros dirán que tengo que trabajar, o que debo ahorrar plata. Pero, como lo que necesito, lo necesito HOY, lo más fácil es robar. Si bien, eso llena mis requerimientos, no lo hace bien. En cierta forma, creo que sucede lo mismo con HA. El solo hecho de decir “necesitamos energía” con la solución de inundar casi 6 mil hectáreas de terrenos vírgenes que son únicos en el mundo no me parece bien. Además que el comentario es “necesitamos energía”, pero no hay un análisis más allá del solo hecho de necesitarla. 

Volviendo al ejemplo anterior, el “tengo hambre” tiene un análisis. Algunos dirán que el hambre se produce porque no maneje bien mis dineros, o comí alimentos que no eran nutritivos, o que nunca tuve un plan a futuro para asegurar que no tuviera hambre. Lo mismo sucede hoy. La discusión no debería ser tanto “necesitamos o no la energía”, sino que lo que hay detrás de dicho comentario. Por ejemplo, acaso los gobiernos de Chile han tenido alguna vez un plan energético, en donde el proponente fuera el estado y no el sector privado?. Con la memoria que tengo, debo decir que no (si usted tiene mejor memoria, por favor, hágamelo saber). Los gobiernos de la Concertación se equivocaron en este punto, ya que ellos nunca pusieron en la mesa la investigación que se debía hacer o los planes a futuro. Lo que ocurrió fue que el sector privado llegó con propuestas, y el estado se limitaba a aprobar (o en muy pocos casos, desaprobar), y cuando esto pasa, las decisiones no las toma la gente, si no que un pequeño grupo de personas (que en muchos casos, suelen ser de otros países. Esto no lo digo con sentido xenófobo, si no que tiene su crítica. Lea mi opinión sobre castilla para que me entienda). En el ejemplo de “tengo hambre”, si yo no me propongo un plan de alimentación, dependo de lo que me ofrezcan. Si viene McDonalds y Dominos Pizza, y me ofrecen comida, claro, ya no tendré hambre, pero pronto sufriré de obesidad, hipertensión, sedentarismo y hasta de infartos cardiacos. Por eso, la importancia de que el estado debe ser un proponente y no un observador. El estado vela por la seguridad de TODOS los chilenos, cosa que no pasa.

También, muchos repiten la frase “bueno, si no estas de acuerdo con HA, apaga el computador, la luz, y no ocupes energía”. En el fondo, si uno no esta de acuerdo con un proyecto que generará energía, no debe ocupar energía (algo que hoy en día es practicamente imposible). Para rbatir dicha frase yo les digo que uno como consumidor energético (en donde pagamos las cuentas e impuestos) tiene el derecho de exigir que el origen de la energía sea limpia y sustentable. Si yo no estoy de acuerdo con algo, siempre habrán dos caminos, en doende el primero es no usar dicho servicio y el segundo es alegar o exigir que dcho servicio se haga en forma correcta. Si uno dejara de usar todos los servicios y productos en donde uno no este de acuerdo en algún punto, nos tendríamos que mudar todos a una isla desierta.

Otro comentario que se usa para defender al proyecto, es que la cantidad de hectáreas que se inundarán son solo un 0,1% del terreno total de la región de Aysén. Aquí es cuando llegamos al punto de los números. Yo, con mi corta vida, he aprendido que con números se puede hacer de todo. He sabido de empresas multimillonarias que manejando los números en forma correcta, al final de año, pueden aparecer con números rojos. Además que el comentario de que “solo es un 0,1%” busca quitar importancia, y lleva algo físico al mundo matemático. Siguiendo esta misma lógica, uno podría decir que el terremoto en Chile no mató a nadie, ya que los 500 fallecidos representan como un 0,003% de la población total del país, pero solo un insensible podría decir que nadie murió. Aún cuando el porcentaje es bajísimo, gente sufrió y perdió a sus seres queridos. Con esto, trato de establecer el “peligro” que puede ser el que se lleve algo físico (o algo que no se puede evaluar con números) al rango matemático. Se inundarán terrenos que son vírgenes en el mundo, que ningún otro país los tiene, y creo que eso hay que considerarlo. Además, si nos vamos a los números, se podrían poner el 1% de paneles solares en el desierto de Atacama para dar energía a todo Chile. El porcentaje no es solo un número, si no que tenemos que ir mas allá. No es lo mismo 5 mil hectáreas en Aysén a 5 mil hectáreas en el desierto de atacama. No es lo mismo un sismo de 5 grados acá en Chile que un sismo de 5 grados en España. No es lo mismo inundar la Patagonia que inundar Santiago u otra ciudad. Debemos hacer un análisis más profundo y no quedarnos solo en los números.

Otro de las defensas es que con HA se potenciará la región. Aquí mostraré mi lado mas paranoico. Con la construcción de este proyecto, se necesitarán aproximadamente unos 5 mil trabajadores. Muchos de ellos vendrán de otras regiones, y conociendo el nivel socio-cultural del trabajador promedio obrero de Chile (disculpe si generalizo o si soy muy despectivo) las ciudades de Aysén se convertirán. Ya se hablan de proyectos de hoteles, casinos (de juegos), prostíbulos, etc. La basura aumentará, el tráfico, la delincuencia, etc. En decir, no solo se habla de convertir el medio-ambiente, sino que también la ciudad en si sufrirá una transformación. Considerando que los ingresos de la región dependen del turismo, me gustaría saber cómo afectará esto en dicho ingreso.

Otro tema es que se habla de que las ERNC no son eficientes y son muy caras. Pero, y las investigaciones sobre esto?. Acaso el estado (pasado o presente) ha entregado estudios en donde se evalúa la factibilidad de impulsar dichas energías?. Chile es un país que cuenta con todo: mar, montañas, desierto, viento, etc., pero a la hora de construir algo, nos vamos a lo más simple, a lo más rápido. Es necesario tener una política energética, que sea a largo plazo, con visión de futuro. Porque hoy, nos arrepentimos de las termoeléctricas construidas, pero las seguirnos construyendo. Solo espero que en 10 años más, no nos arrepintamos de haber construido una mega central.

Por último, hoy se demuestra la necesidad de implantar plebiscitos. Cuando la gente, la masa, la “plebe” se da cuenta de que aquellos políticos que fueron elegidos para “algo”, no cumplen con ese “algo”, la gente se toma las calles y exige lo que cree que se merece. Dicha exigencia se cubriría con los plebiscitos. Además, hay temas nacionales que no pueden ser decididos por 120 diputados y 38 senadores, si no que deben ser decididos por 15 millones de chilenos.

Al final, usted tiene la última palabra.

Texto publicado originalmente en El Reno

Energía 20/20: Una vista de la Actualidad Energética

por Sebastián Rivas (QUE PASA)
Con o sin HidroAysén, las energías renovables no convencionales surgen hoy por primera vez como una opción competitiva en el mercado chileno. Sólo para este año hay proyectos en proceso de aprobación que una vez en marcha aportarían cerca de 1.000 MW al sistema. Las grandes mineras ya están trabajando con ellas. Y el gobierno ha fijado una ambiciosa meta: que sean el 20% de la matriz al 2020. Sin embargo, todavía existen trabas para que den su gran golpe de corriente.
Chile está sentado sobre una mina de oro. O mejor aun: de una fuente inagotable de energía. El movimiento de su tierra, con terremotos y erupciones volcánicas periódicos, es el indicio de algo que se esconde y que recién se comienza a descubrir. Así lo resume el subsecretario de Energía, Sergio del Campo: «Según los expertos, Chile es el país con el potencial geotérmico más relevante del mundo». Las estimaciones más conservadoras hablan de 3.300 megawatts de capacidad de generación. Casi 25% más de lo que tiene presupuestado generar HidroAysén (2.750 megawatts).
Este ejemplo es sólo una muestra de una realidad que está a la vuelta de la esquina. En las próximas dos décadas, las energías renovables no convencionales (ERNC) debieran jugar un rol importante en el desarrollo de Chile. Hoy apenas alcanzan el 3º% de la matriz energética del país. Pero por ley, en 2024 deberán representar el 10%. Sin embargo, el presidente Piñera en el pasado discurso del 21 de mayo fue un paso más allá: propuso llegar al 20% del total en 2020.
No es un dato menor: en un país con escasas fuentes de combustibles fósiles -como gas o petróleo-, tener energías que no dependan de elementos importados para funcionar es un factor importante de seguridad energética e, incluso, un tema estratégico. Así lo explicó a mediados de esta semana el ministro de Defensa, Andrés Allamand: «Chile tiene una objetiva vulnerabilidad energética que puede terminar impactando en la seguridad del país. Más del 70% de los componentes primarios para producir nuestra energía son de origen externo, fundamentalmente petróleo, gas y carbón».

Hasta ahora, el problema central para el desarrollo de estas energías ha sido su alto costo de instalación. Pero eso está en pleno proceso de cambio. Hace dos semanas, la consultora Bloomberg New Energy Finance presentó un informe sobre el panorama energético chileno de cara a 2025. El estudio fue encargado por la National Resources Defense Council (NRDC), la organización ecologista estadounidense vinculada a Robert Kennedy Jr., que ha sido una fuerte opositora al proyecto HidroAysén.
Al analizar el costo nivelado de las diversas energías, la consultora determinó que varias de las ERNC ya son competitivas en términos de mercado. Por ejemplo, señaló que el costo promedio de la energía geotérmica en Chile oscilaría entre US$ 56 y US$ 91 megawatts/hora; y la energía eólica varía entre US$ 51 y US$ 259 MW/h. Como referencia, el mismo estudio marcó que una termoeléctrica fluctúa entre US$ 73 y US$ 155 MW/h, mientras las «grandes hidroeléctricas de Aysén» se mueven entre US$ 45 y US$ 137 MW/h.
Este informe se sumó a otro realizado en 2009 por la Agencia Internacional de Energía, organismo vinculado a la OCDE, que destacaba el potencial único de Chile en energías renovables no convencionales. La zona norte y central, por ejemplo, tienen condiciones claras para el desarrollo de la energía solar y eólica. En la zona sur, las empresas forestales generan biomasa y los ríos son aptos para pequeñas centrales hidroeléctricas de paso. A eso se agrega la energía geotérmica que se encuentra desperdigada a través de toda la cordillera de los Andes.
Con todo, hay matices. Hugh Rudnick, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Católica, reconoce que las ERNC son «las energías del futuro», pero afirma que las proyecciones hasta 2030 muestran costos muy elevados. Para él, Chile debe apuntar a una meta moderada, como alcanzar el 10% de la matriz energética en 2024, e invertir en investigación para estar preparados. «Los costos han ido bajando notablemente. Pero con las cifras proyectadas a 2030, hasta entonces no es viable», afirma.
Alta potencia
Las últimas semanas han sido movidas para Alfredo Solar, presidente de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera). La polémica por la construcción de HidroAysén hizo que, casi sin proponérselo, la entidad que agrupa a 60 empresas ligadas a las ERNC pasara a ser un protagonista central de la discusión. Esto porque uno de los principales argumentos de los opositores a la megacentral patagónica es que se podría generar la misma cantidad de energía, o incluso más, apostando a proyectos en áreas no convencionales.
Las cifras son auspiciosas. Hoy, todos los proyectos de ERNC operativos suman 612 MW. Pero sólo en lo que va de 2011, un tercio de los 37 proyectos presentados al Sistema de Evaluación Ambiental son de energías renovables no convencionales. La lista la encabezan iniciativas de energía eólica y minicentrales hidroeléctricas, con cinco cada uno. Todos estos en conjunto podrían generar casi mil megawatts.
«Hoy existen más de 2.500 MW aprobados. De aquí a 10 años hay una cartera potencial de entre 4.000 y 5.000 MW. Hay muchos inversionistas internacionales mirando e interesados en trabajar acá», explica Solar. En comparación, se espera que cuando HidroAysén esté en plena operación, aporte alrededor de 2.700 MW al sistema. Pero el propio Solar plantea que éstas no son alternativas excluyentes. «La matriz debe ser complementaria, pero con una proporción cada vez mayor de ERNC, porque a la larga son más baratas para el sistema», sentencia.
La explicación es que si bien en general sus precios de instalación son más altos que las plantas convencionales, luego su costo de generación de energía es más bajo, pues no requieren combustibles fósiles de precios fluctuantes, como el petróleo o el carbón. De hecho, según Acera, en 2010 Chile ahorró US$ 130 millones en importación de dichos combustibles, con apenas un 3% de su matriz alimentada por ERNC.
Hay dos factores que hacen hoy más viables estas iniciativas. El primero es que la evolución del mercado de ERNC a nivel mundial, principalmente en países desarrollados, ha generado un descenso en los costos de instalación. Y el segundo es que con el alza de los precios de los combustibles -como el gas natural, el carbón o el petróleo-, una planta que no dependa de ellos está produciendo electricidad a un costo casi igual o incluso más bajo.
Roberto Román, académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile y vicepresidente de la International Solar Energy Society (ISES), agrega que el tiempo de instalación de estas plantas representa otra ventaja: mientras una central como HidroAysén podría estar operativa recién en el 2020 -lo mismo que una eventual planta nuclear-, la mayoría de los proyectos con las nuevas energías requieren, como máximo, un tercio de ese período para entrar en funcionamiento.
Las grandes barreras
El panorama es auspicioso. Pero todavía persisten barreras de entrada poderosas para los nuevos actores del mercado eléctrico chileno. La principal radica en la naturaleza de los contratos del área. Solar explica que las grandes empresas -como las mineras y las principales distribuidoras, entre ellas Chilectra, Chilquinta y CGE- ya tienen acuerdos de suministro de energía a largo plazo con las generadoras convencionales: según estima, alrededor del 94% de ese mercado tiene contratos hasta el 2022 o el 2025.
En ese escenario, las empresas de energía renovable tienen dos alternativas. La primera es buscar negocios con nuevos proyectos industriales. Sin embargo, Solar reconoce que para ellos aún es complicado competir en esta línea, porque estas compañías requieren suministro estable de electricidad, algo que aún no es posible de asegurar con ERNC, pues son fundamentalmente proyectos de generación intermitente. Y la segunda es colocar la energía en el mercado spot (sin contratos preestablecidos), en que los precios fluctúan de acuerdo a variables como la oferta que exista y los precios de los combustibles. Esto tampoco ayuda a las empresas de energías renovables no convencionales, porque no les permite proyectar un precio base para su producción, con lo cual se hace más difícil conseguir financiamiento.
Por eso, Solar afirma que más que ayuda estatal, requieren cambios en la regulación que les permitan tener un valor fijo: «Lo que nosotros pedimos es que nos aseguren un precio base, no subsidios: hoy a las ERNC les cuesta, en promedio, US$ 100 producir un MW/hora, y a las energías convencionales, como el petróleo, entre US$ 200 y US$ 250».
Según sus estimaciones, un esquema de precios estables en el tiempo permitiría que las empresas de energía renovable pagaran su inversión en un plazo de una década, lo que tendría efectos a futuro en los precios de la energía para los consumidores, pues les permitiría competir de igual a igual a las ERNC con las generadoras convencionales y con ello impulsar las cifras a la baja. «Hoy tenemos uno de los precios más caros de América. A partir de 2025 se podría reescribir la historia», agrega Solar.
Otro problema que se plantea es la intermitencia de algunas de estas energías, como la eólica y la solar fotovoltaica. Pero Roberto Román contrarresta esta noción. «Son variables, es cierto. Pero eso no significa que sean aleatorias: se puede predecir su rendimiento con antelación. Y hoy ya hay centrales solartérmicas que producen las 24 horas del día», señala.
El tema de las líneas de transmisión es otro punto complicado: cada proyecto debe construir una línea para llegar con su energía a un centro de despacho y carga. Pero a diferencia de las plantas termoeléctricas, a gas o diésel, las ERNC no pueden escoger dónde instalarse, sino que deben funcionar en el mismo lugar en que se encuentra el recurso. Y eso tiene mayores costos. Por eso, las empresas del área están atentas a la forma en que se concretará la «carretera pública» de transmisión de electricidad anunciada por el presidente Piñera el 21 de mayo pasado.
Las cuentas del gobierno
El tema es prioridad para el gobierno. A inicios de mayo, el Ministerio de Energía, encabezado por Laurence Golborne, convocó una comisión formada por ex ministros del sector y expertos del área para evaluar posibilidades de desarrollo eléctrico. La instancia debe entregar sus conclusiones en septiembre. Y en la cuenta pública del 21 de Mayo, Piñera remarcó su importancia: «Tenemos la más firme intención de priorizar las energías limpias y renovables», planteó, aunque agregó a continuación que no se puede renunciar a proyectos hidroeléctricos y termoeléctricos: «Aquellos que dicen que en las energías limpias y renovables está la solución a nuestro problema, están induciendo a error a nuestros compatriotas», fue su postura.
La ministra de Medioambiente, María Ignacia Benítez, asegura que se está trabajando para impulsar rápidamente el crecimiento de las energías renovables. «La meta del 20% al 2020 es una aspiración. Tenemos que hacer el esfuerzo», dice. Para ello, este año se destinarán US$ 85 millones al desarrollo de las ERNC, que irán, entre otras cosas, a investigación, subsidios para proyectos y el mejoramiento de la línea de transmisión.
Además, hay proyectos que podrían cambiar radicalmente el panorama actual. Uno de los más interesantes es el que se refiere al net metering. Este sistema consiste en que los propios ciudadanos sean generadores de energía: si tienen un panel solar, por ejemplo, podrían producir energía renovable en su casa e inyectarla al sistema eléctrico, bajando la cuenta de la luz o incluso recibiendo algunos incentivos. Aunque suena complejo, ya es una realidad en países como Alemania y el gobierno está impulsando una ley en el Congreso en esa misma línea. ¿Podría funcionar? Según Roberto Román, tiene buenas perspectivas: «Almería, en España, es el mejor lugar de Europa para recibir energía solar. Y Santiago es como Almería».
Extraido de QUE PASA
Título original: Energía 20/20

Miles no podemos estar equivocados en defender la Patagonia chilena de represas

Amigos


Comparto con ustedes este hermoso y sentido texto de Francisco Fantini.

La Patagonia Chilena merece el esfuerzo de defenderla, a pesar de ser el botín de empresarios que solo ven en ella recursos gratis para lucrar con un bien que no solo nos pertenece a todos los chilenos, sino patrimonio de toda la Humanidad.
Miles no podemos estar equivocados en defender la Patagonia chilena de represas.
Los invito a seguir manifestando su rechazo a las represas en la Patagonia, sino también al megatendido que amenaza los 2300 kms del territorio nacional.

Ginnia Silva Amaya.

Leer publicación «Patagonia sin Chile» de Francisco Fantini

VIDEO: Un periodista registró la agresión de un carabinero en la protesta por Hidroaysén

por soychile.cl

Los enfrentamientos entre manifestantes y carabineros han sido una constante en las múltiples marchas que se han realizado en Chile en contra del proyecto Hidroaysén.
Y si bien se han mostrado varias imágenes de personas atacando con piedras a la policia, prácticamente no se habían registrado actos violentos de parte de los uniformados hacia los detractores del proyecto.
Sin embargo, esta noche comenzó a circular un video en las redes sociales donde un supuesto periodista chileno le pide a un policía que se identifique. Las imágenes muestran que ante la insistencia de la persona que graba, el uniformado reacciona dándole un golpe de puño.
Extraido de soychile.cl

Carta Abierta a Piñera de Manfred Max-Neef por Hidroaysén

CARTA ABIERTA AL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DON SEBASTIÁN PIÑERA

Señor Presidente:

Con el respeto que me merece su persona y su investidura, me permito en mi calidad de ciudadano libre de compromisos políticos, empresariales e institucionales, plantearle algunas preguntas y un comentario en relación al megaproyecto Hidroaysén, próximo a ser votado en cuanto a su factibilidad.
Preguntas:

¿Está usted dispuesto a cargar en su consciencia el que bajo su presidencia se haya aprobado el más brutal Megaproyecto de la historia de Chile, en cuanto a sus devastadores impactos ambientales, sociales y culturales?

¿Imagina usted el infierno de impacto social y cultural que significará para los asentamientos humanos de la región vivir diez o doce años rodeados de megamaquinarias y de miles de trabajadores no locales destruyendo y devastando su entorno, su cotidianeidad, sus costumbres y su tranquilidad familiar? ¿Está usted dispuesto a cargar eso en su consciencia?

¿Piensa usted que una línea de transmisión de 2.300 kilómetros con torres de 70 metros de altura (equivalentes a edificios de 20 a 25 pisos) cada 400 metros, que, según análisis preliminares basados en peticiones mineras realizadas por y para los interesados, fragmentaría 6 parques nacionales, 11 reservas nacionales, 26 sitios prioritarios de conservación, 16 humedales y 32 áreas protegidas privadas, es algo liviano como para cargas en su conciencia?
¿Ha pensado usted que una franja de 2.300 kilómetros de largo por 100 metros de ancho para instalar las torres, significan 23.000 hectáreas de total deforestación? Cuatro veces más que las presuntas hectáreas que serán inundadas por las represas ¿En adición a lo anterior, ha reflexionado usted sobre la descomunal destrucción de naturaleza que significará trasladar, desde unos pocos puertos, 5.750 torres de esa magnitud a su lugar de emplazamiento? ¿Vale la pena eso en la consciencia?
De concretarse la construcción de dicha línea, Chile podrá sentirse “orgulloso” de haber generado la cicatriz más grande del planeta. ¿Cabría tal “orgullo” en su conciencia?

Es un hecho que, a pesar de la desinformación, la publicidad maliciosa, las presiones y las tácticas de seducción locales a través de regalitos realizadas por la empresa, una clara mayoría ciudadana se manifiesta contraria al proyecto. ¿Siendo nuestro país una presunta democracia, cabe en su conciencia que esa ciudadanía que hizo posible que usted fuera Presidente, no sea respetada?
Muchos sabemos, y desde luego usted también sabe, los múltiples vicios que se han cometido en el Estudio de Impacto Ambiental. No sólo el haber despreciado e ignorado totalmente la participación y las observaciones ciudadanas que la ley garantiza. Ha habido mentiras, descalificaciones y adulteraciones de todo tipo, que resultan inaceptables para una ciudadanía responsable y preocupada por un futuro digno para el país. El resultado final, de aprobarse el proyecto, sería el de constatar una vez más, que vivimos en un país que practica toda clase de rituales democráticos falsificados y enmascarados, de tal manera que el poder y el dinero acaben siempre siendo los vencedores. ¿Estría usted dispuesto a corroborar esta verdad con su conciencia?

El hecho de que la construcción de las represas se presente como un proyecto distinto y separado del de la línea de transmisión es no sólo una bofetada al sentido común, sino una grave ofensa a la inteligencia ciudadana. La más elemental honestidad y transparencia institucionales (de que tanto se habla como propósito del gobierno) obligaría a evaluar lo que realmente corresponde; es decir un solo proyecto que incluye represas y línea de transmisión. El hecho que no se haga como corresponde es obvio. El rechazo del proyecto sería casi seguro. ¿Está usted dispuesto a legitimar este tipo de truco en su consciencia?

Comentario.

Permítame aclararle, señor Presidente, que no soy un “terrorista ambientalista” ni un fundamentalista fanático. Tengo un prestigio internacional bien ganado y consolidado como intelectual que ha trabajado en el diseño de alternativas económicas y de desarrollo que eviten los desastres locales y globales que estamos experimentado tan duramente en las últimas décadas. Para mi, respeto a todas las formas de vida, amor a la Naturaleza, belleza, felicidad, dignidad, bienestar y calidad de vida, son componentes que no pueden ni deben estar marginados del concepto de desarrollo. Es más, sostengo con toda mi fuerza que ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar sobre la reverencia por vida; de todas las manifestaciones de la vida. ¿Cuántos de estos principios respeta el monstruo de Hidroaysén?

Usted ha manifestado en múltiples oportunidades que Chile está próximo a ser un país desarrollado. ¿Cómo entiende usted el desarrollo? ¿Se trata de alcanzar un determinado PIB per capita? En mi opinión se trata de cumplir con las condiciones que acabo de enumerar. Y para cumplirlas nos falta mucho, muchísimo señor Presidente. Desde luego que favorecer proyectos como Hidroaysén, que prioritariamente contribuyen al enriquecimiento de corporaciones trasnacionales que no le deben ninguna lealtad a Chile, nos aleja aún más del verdadero desarrollo que necesitamos.

Aún cuando no existe entre usted y yo una amistad profunda, hemos mantenido cordiales relaciones personales desde hace muchos años. He apreciado su inteligencia y sus capacidades. Del mismo modo me fui formando la impresión de que usted era uno de los pocos políticos sensibles al medioambiente y amante de la naturaleza. A pesar de que no voté por usted, me sentí contento de que tendríamos un Presidente capaz de concebir un desarrollo armónico entre economía y Naturaleza.

Me apenaría mucho, no sólo por mí, sino por usted, el poder haberme equivocado.

Hago votos, señor Presidente porque inicie usted un diálogo profundo con su conciencia. Quienes realmente amamos la notable belleza de nuestro país sinceramente lo esperamos.

Saluda a usted cordial y respetuosamente,

Prof. Dr. h. c. Manfred Max-Neef
Ex Rector
Director Instituto de Economía
Universidad Austral de Chile
Agradecemos a Ginnia Silva por enviarnos el documento

HidroAysen: Alértate del Mega Proyecto que puede pasar por el Patio de tu Casa

por Ginnia Silva
Soy una dueña de casa, madre de hijo universitario. Hace años sigo con alarma el proyecto de inundar la Patagonia. Por amigos extranjeros me enteré que las tierras que visitaron y que los deslumbraron serían inundadas para producir electricidad. Desde entonces porto una chapa y un adhesivo en la camioneta.
¡La Patagonia no se vende, se ama, se defiende! es lo que gritan los patagones donde puedan ser escuchados. Viven en la atractiva región de Aysén, mundialmente conocida por ser uno de los lugares más puros y bellos del planeta.
Es precisamente allí, donde se construirán obsoletas mega-represas, que para estos tiempos modernos, nos servirán – eventualmente – para producir la electricidad que “necesitamos” y que exige el país para seguir creciendo.
Los argumentos para su construcción pueden ser  muchos, como que con los capitales extranjeros se generará “trabajo”, que  la “necesidad energética” se justificaría en pos del crecimiento del país o simplemente para evitar quedarnos a oscuras, tal como lo insinúan los infames comerciales de HidroAysén. Pero lo que no se indica, es que el trabajo sólo será efectivo por el plazo que dure destruir nuestros recursos naturales y que una vez explotados, nos dejarán sin recursos, “sin trabajo” y con las conocidas consecuencias sociales, además, para este sustento del crecimiento será necesario  inundar 6,000 hectáreas  de Aysén y luego trasladar la energía por una línea de transmisión con mega torres entre Aysén y Santiago, y para esto se requerirá una franja de servidumbre de 100 metros por un trayecto de 2,300 kilómetros aproximadamente.
Sí, como una carretera de 12 pistas que pasa por 9 regiones, 66 comunas, 17 parques, humedales, sitios prioritarios de conservación, por comunidades mapuches, territorios fértiles y también poblados.
Dado todo lo anterior  y a que los impactos medio ambientales están malamente justificados en sus estudios, tanto es así  que este proyecto ha tenido 3.500 objeciones hechas por servicios públicos y más de 11.500 observaciones de personas y organizaciones que no ven el sentido de este proyecto, pues no evalúa el daño a las personas, ni tampoco considera a las personas cuyo valor de la tierra no se traduce en dinero y que no están, ni estarán dispuestas a transar su propiedad, pues salir de ellas es un manifiesto desarraigo.
Sería muy  tarde oponerse cuando comiencen los trabajos, es ahora que hay que decir NO a las  represas en la Patagonia y NO al mega tendido eléctrico. Es ahora el cuando y  hay que informar lo descabellado que es llevar electricidad en mega-torres por un territorio donde ocurren fenómenos volcánicos y sísmicos; territorio que también son productivos y sobre todo, poblado por chilenos.
¡Es ahora cuando hay que alertarse del mega proyecto, pues puede pasar por el patio de tu casa! 
¡Es ahora cuando como ciudadanos tenemos que organizarnos y decir que queremos una Patagonia sin represas y un Chile sin tendidos!

Profesionales de CONAF y cambios a informe Hidroaysén: “Aquí se quiere favorecer la inversión privada”

por CIPER Chile

Hidroaysén saltó nuevamente a la polémica, esta vez porque los profesionales de CONAF denunciaron que en Santiago se modificó el informe que habían hecho los técnicos regionales en el proceso de evaluación ambiental. De sugerirse prohibir la inundación de 18,8 hectáreas del Parque Nacional Laguna San Rafael (Reserva Mundial de la Biosfera), el informe final sólo sugiere que se respete la sustentabilidad en caso de que se apruebe el proyecto. El presidente del sindicato de CONAF denuncia que nuevamente se anteponen los criterios políticos y económicos a los técnicos, pasando a llevar incluso un convenio internacional.
El jueves 2 de diciembre, los sindicatos de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) emitieron una declaración pública denunciando presiones e irregularidades en el proceso de evaluación ambiental del proyecto Hidroaysén. Acusaban que el equipo técnico y jurídico de CONAF Aysén se pronunció negativamente ante la inundación de 18,8 hectáreas del Parque Nacional Laguna San Rafael, amparándose en la Convención de Washington. Ratificada por Chile en 1967, ésta indica: “Los límites de los parques nacionales no serán alterados ni enajenada parte alguna de ellos sino por acción de la autoridad legislativa competente”. Sin embargo, la sorpresa para los evaluadores fue mayúscula cuando la dirección ejecutiva de la corporación en Santiago modificó el informe, interpretando como restrictivo y no prohibitivo el artículo anteriormente citado.
El parque es Reserva Mundial de la Biosfera y desde un comienzo la inundación de parte de su superficie para hacer un embalse ha generado polémica. La empresa Hidroaysén ha argumentado que

la zona de afectación corresponde a sólo 0,001% del área del parque, lo que fue acogido por la Conaf al momento de revertir el informe inicial y abrirse a la posibilidad de inundación.

Luego de la denuncia de los profesionales de la institución, divulgada a través de la radio Santa María de Aysén, el diputado Alfonso de Urresti (PS) formalizó una petición para que la dirección de la Corporación Nacional Forestal concurra al Congreso a dar explicaciones.
El presidente del Sindicato Nacional de Profesionales, Jorge Martínez Sagredo, trabaja hace 30 años en la CONAF y se desempeña como fiscalizador en el departamento de Evaluación Ambiental. Ha sido el portavoz de sus colegas para denunciar que, una vez más, se está pasando a llevar a los técnicos que evalúan los proyectos y se toman decisiones que restan legitimidad al sistema de evaluación ambiental.
En la declaración pública señalan que han recibido presiones, ¿de dónde proviene, cuándo y de qué forma se dieron?
La verdad que esto viene desde la administración pasada, cuando se comienza a modificar la opinión técnica de los profesionales que actúan como parte del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, porque la CONAF es un organismo competente dentro del sistema y cuando afecta bosques y a las unidades de áreas silvestres, nosotros tenemos que opinar. Esto se viene dando desde el 2008, primero con el caso de la central de paso que afectó al Parque Nacional Puyehue, después con una central que se está proyectando efectuar en el Cajón del Maipo, que afecta al Parque Nacional El Morado. También el proyecto Barrancones, donde claramente la opinión de los técnicos era rechazar la termoeléctrica y el director regional modificó la opinión técnica y ahora con el Parque Nacional Laguna San Rafael, donde si uno se fija, se mantiene la opinión desde el año 2008 y hoy se modifica.
¿A qué se refiere con las modificaciones técnicas?
Tiene que haber un proyecto de ley que defina el área que se va a desafectar, ese es el procedimiento que cuestionamos. Nuestro rol es técnico, no político. La finalidad de los parques nacionales no es generar fines de lucro, son patrimonio de todos los chilenos y lo que se hace es resguardar ecosistemas naturales que se deben preservar para futuras generaciones. Por lo tanto, cualquier cosa que se haga debe ir en ese sentido, con esa finalidad. En este caso, el Convenio de Washington (para la Protección de la Flora, la Fauna y las Bellezas Escénicas Naturales de América) señala en su artículo 3 que cualquier alteración de los límites debe hacerse con la autoridad legislativa competente.
¿Ha habido algún proyecto de ley en los casos anteriores?
Ninguno ha llegado al parlamento. La autoridad de turno está tomando las decisiones. Yo creo que son importantes porque afectan el patrimonio nacional y nuestra función es administrar las áreas silvestres protegidas. Si bien es cierto nosotros no somos los que aprobamos ni rechazamos los Estudios de Impacto Ambiental, ya que es la Corema, ya al contar con nuestro informe favorable se da pie para eso. A mí me hubiese gustado que el informe hubiese dicho el procedimiento a seguir para cumplir con la legalidad vigente. A pesar de que en su parte final lo dice, no es explícito en decir que cualquier afectación del Parque Laguna San Rafael que es Reserva Mundial de la Biosfera, debe presentarse un proyecto de ley.
Ustedes han denunciado presiones de parte de la dirección ejecutiva de la Conaf
Hoy día mismo tuvimos muchos reclamos por parte de ellos diciéndonos que no teníamos atribuciones para hacer la declaración pública. La verdad es que no hay ninguna norma legal que prohíba que las organizaciones sindicales puedan emitir opiniones sobre estos temas. Nosotros lo hacemos cada que vez que creemos que se vulnera la legalidad vigente y no se cumple con los fines por los cuales la institución funciona. Eso significa entregar los elementos de juicio y el procedimiento a seguir por si el ejecutivo o un conjunto quieren desafectar por los proyectos de inversión que existen.
El mismo director ejecutivo, Eduardo Vial Ruiz Tagle. Nos plantea que estos temas tenemos que conversarlos internamente, lo que pasa es que tampoco se dan esos espacios. Si los profesionales a los cuales nosotros representamos se sienten vulnerables en cuanto a la opinión técnica y jurídica que han estado dando, la única forma de representarlo, si no es recogido en el informe definitivo, es haciéndolo como lo hemos estado haciendo. Y nosotros no nos vamos a inhibir en eso.
En la declaración plantean que han sido censurados y/o sacados de contexto. ¿En qué sentido se ha dado esto?
Hay manipulación de la información que entrega el organismo al Sistema de Información Ambiental (SEIA). Ha habido observaciones que tiene que ver con las dificultades que existiría para poder llevar adelante la reforestación. Lo que se va a inundar son bosques naturales y en el caso Región de Aysén, yo te diría que hay casi nula experiencia de reforestar en este tipo de situaciones. Por lo tanto el riesgo al cual expone sobre la recuperación de las áreas que se van a inundar es bastante alto. Por eso mismo la empresa está planteando una mantención por sobre los 20 años. Pero si no se dan las condiciones climáticas y ambientales en el lugar donde se va a reponer esa superficie que se va a inundar, difícilmente se va poder recuperar el mismo bosque. En eso la ley es súper clara, dice, con las especies del mismo tipo forestal. Es casi imposible poder recrear la naturalidad de los bosques que se van a inundar.
¿De qué forma se enteraron de los cambios que se hicieron al informe?
Nos enteramos una vez que el informe salió de manera definitiva. Nunca se nos avisó. Antes uno tenía que dar su conformidad, hoy no.
¿Quién o quiénes realizaron las modificaciones del informe?
La verdad es que no lo tenemos claro, en esto nunca actúa una sola persona, aquí hay un grupo entre técnicos y jurídicos para de una u otra forma buscar la manera de poder decir sí a algo que se debe decir no.
En el informe final se señala que la restricción contenida en el artículo 3 de la Convención de Washington se puede inferir como una norma restrictiva más que prohibitiva. ¿Este es el punto por el cual la dirección ejecutiva decide cambiar su postura con respecto a la inundación del Parque Nacional Laguna San Rafael?
Ahí se abre la puerta a la posibilidad de poder intervenir. Para nosotros es prohibitiva, porque en el fondo los objetivos del Parque Nacional no son los fines de lucro, porque claro, uno primero desafecta el área independiente de la superficie que sea y ahí uno la puede destinar a los fines que estimes pertinentes. Puede ser una cosa mínima pero tiene mucho trasfondo porque es el argumento que se da para intervenir todos los parques que te he nombrado.
El informe hace una interpretación antojadiza de la Convención de Washington para abrir la puerta a que se afecte esa superficie dentro del Parque Laguna San Rafael. A mí me hubiese gustado una interpretación en términos mucho más estricta que favoreciera nuestra misión en la administración del área silvestre protegida.
¿Hay alguna diferencia entre el Estudio de Impacto Ambiental que han realizado de HidroAysén y los otros como Barrancones, Cuervo, Maipo y Puyehue?
Se mantiene la misma línea de favorecer las inversiones. Estas áreas para los inversionistas tienen costo cero. Si yo quisiera hacer la represa que se quiere construir en Aysén en terrenos de particulares, tendría que comprar, en el caso de Puyehue igual. Pero aquí hay un tema de costos, con la riqueza de todos los chilenos lucran unos pocos. Lo mismo pasa en el Parque Nacional El Morado. Lo que se privilegia es la inversión por sobre la preservación de recursos naturales. Esto da pie para apurar mucho más lo que le pidió el Presidente de la República a la ministra de Bienes Nacionales de que todo el país conozca cuáles serán las áreas donde efectivamente se van a poder instalar proyectos de inversión para que una vez definido esto, las áreas silvestres sean intocables. El senador José Antonio Gómez presentó hace un tiempo atrás un proyecto de ley para evitar que los Parques Nacionales se pudiesen intervenir a través de este proyecto
Con estos antecedentes, ¿cree que aún mantienen independencia para poder evaluar y calificar proyectos?
Cada vez menos, sobre todo cuando se trata de proyectos que tienen tanta connotación social. Hoy día hay una jerarquía que provoca que prácticamente todos los informes que se hacen en las distintas regiones pasen por Santiago. Una lástima, porque se empieza a confundir el sentido técnico que tiene esta institución como órgano competente dentro del sistema, con el tema político.
Los últimos episodios vividos como Barrancones y ahora HidroAysén, ¿ponen en riesgo la legitimidad del Sistema de Evaluación Ambiental?
Yo creo que sí, hace mucho rato que está bastante debilitado, sobre todo porque no hay transparencia ni objetividad en quienes toman las decisiones al momento de aprobar un estudio. Ahí está el mayor problema porque son todos dependientes de la administración de turno. Esto debiera resolverse más técnicamente que políticamente. Al final de cuentas aquí se quiere favorecer la inversión privada.
¿Como sindicato piensan tomar alguna otra acción aparte de la declaración pública?
La próxima semana tenemos una reunión con la federación para ver si vamos a ir Aysén o tomamos alguna acción legal o vamos a pedir ser recibidos en la Cámara de Diputados para plantear la situación. Por que no decirlo, enviar una nota a la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) para que sepan como se está alterando el patrimonio de los chilenos.

Extraido de CIPER Chile

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